Cómo esconder las flores
Se acabo el tiempo plástico y loco
De ser el mesías a cada paso, de todos
Se invirtieron los polos, los planos
Mundos, universos y modos
Afuera lluvia ácida que irritaQue devora ideas y expone
Hasta arruinar las flores hay
¿Porqué no esconderlas?
Sería oportuno ocultar chamaneando palabras
Sopletearles esos ojos necios
Serrucharles esos oídos perversos
Y así…
Divertir dentro a los elegidos
Deleitar perfumes sin mezquindad ahí
Siendo libres personas
Exponiendo la humanidad aprendida
Justificándola
Después salir a jugar
A caperucita, o al lobo feroz
Según convenga.
Primeras especulaciones sobre la vida (Juan Gabriel de Souza) 2004
Obsesionar los modos, paulatinamente
Descarrilar las vías que terminan siempre en el mismo lugar
Evitar empadronar comportamientos
Fintear y meter la bola en el cesto
Ser únicos, irrepetibles
Parece imposible
Pero resulta
Solo hay que elegir un lugar
Y despistar porque detrás siempre alguien te sigue
Acumular pérdidas y ridiculeces
Prepararle café a las carreteras
Aguantar amanecer en las sillas plásticas de las estaciones para viajar
Estampillar los pensamientos valiosos
Y dormir lo suficiente poco como para estar lucido para escribir
Solo hay que sabes vigilar todo
Tener aprobado lectura entre líneas
Inmacular bebidas y alucinógenos
Extraerlos
Resguardarlos del mal uso
Detectar inteligencia de entre las masas
Extraerlos
Resguardarlos del mal uso
Quemando posibilidades de infección de sistema
Solo hay que mantenerse libre de posibles inducciones
Especular invisibilidad oportunamente
Traducir los espacios en blanco
Y buscar otro lugar
¡Bah!. Relájate.
Tú eres lo más importante.