Ya lo recuerdas, detrás de todas las poesías están las hojas en blanco. Detrás de ese gesto falso de desilusión está tu último amor. Tienes un par de amigos que te cuidan y sabes internamente que eres su ángel de lo imposible.
Ya lo recuerdas, doblaste las palabras por primera vez en un vagón de clase turista de Buenos Aires a Tucumán y desde entonces las palabras no son las mismas; entonces mucha gente con la que andas te cree loco o incoherente, pero siempre hay personas que hacen doble o triple lectura y entienden hasta tus bromas más bizarras.
Ya lo recuerdas; en tu mesita de luz no hay nada. Porque no hay tu mesita de luz, ni tu casa, ni tu mujer, ni tu equipo de audio... Ya lo recuerdas, aquel viaje que iniciaste a los dieciocho años termino ayer y miras tus manos mas fuertes y curtidas y miras tu corazón enamoradizo y sonríes de travieso por las mujeres que pasaron, por eso el brindis con vino tinto. El viaje de joven prometedor de clase media a poeta con intenciones de cantor.
Ya lo recuerdas y ningún lugar es tu lugar, todos los lugares son tuyos; todas las mujeres; todos los niños; todas las madres... pero solo una plaza lleva tu nombre. Tus hijos se proyectan inevitablemente a tu luz y haces brillar hasta la basura que pateas en la calle.
Ahora que lo recuerdas y que estas lucido déjame mostrarte de nuevo tu orgullo, tu ira, tu falta de paciencia... es cierto que ya no están y que han perecido; pero...
Ahora que lo recuerdas y que estas desandando el camino para llegar al punto inicial y desde ahí avanzar victorioso y contundente, recuerda esas noches en las que te doblabas por un pedazo de pan y llorabas balbuceando las mejores poesías que jamás escribiste, ¿recuerdas como dolía?
Ahora que lo recuerdas, se que te hubiera gustado una caricia, que hubieras devuelto hasta las tripas por esa angustiosa soledad al recibirla; que te hubieras doblado como un niño. Pero recuerda que no hay final, solo un descanso de cuando en cuando. Recuerda que estas rindiendo las últimas materias de este nivel de la ignorancia total de escribir palabras con sentido a lo que los demás llaman poesía.
Ahora que lo recuerdas, ponte el disfraz que creas más conveniente y mézclate con los demás. Estas vivo; ya ha pasado la tormenta, no estas débil y tienes los ojos mas suaves del mundo. Amigo mío. Mira entonces... sonríe con esas condenadas ganas de bufón que tienes y por favor, haznos un gran favor, patea esos traseros cobardes por todos nosotros.